Thursday, February 19, 2009

Mea Culpa (haz lo malo)


….Sólo pensarlo te desata una espiral de temores.

….Yo también quiero tener sexo y luego quedarme en la cama,
durmiendo sin estar pendiente de nada,

….levantarme cuando sea que me levante
y escribir algo para reventarse los dedos en una moledora de carne
mientras te cagas de la risa,

….regresar a mi cuarto y no encontrar ahí a mi chica,
que me sorprenda saliendo de la nada y estar de nuevo con ella sin cruzar una palabra,

….desayunar un trago de ron y dos cigarrillos, semidesnudo… desnudo,
escuchando a John Lee Hooker, pegado en la cocina hasta nuevo aviso,
hasta que algo despunte… y me importe… o no,

….ver televisión por horas tirado en el piso o en un mueble o en mi cama,
pensando nada, esperando nada, sintiendo todo, pensando nada,

….almorzar una bolsa de esos nachos de anime o chips de lo que sea
con alguna crema vieja que saque de la nevera y un vaso de gaseosa rebosado y mal lavado,

….oler a cigarro, alcohol, café, su sudor, el mío,
y no bañarme; que el aire enrarecido de mi atmósfera sea mi delator y mi testigo,

….leer poesía con ella, abrazados, en cueros,
y que nos besemos de a ratos y hagamos el amor después de un verso envenenado,

….pintar una tela gigantesca mientras nos fundimos, somos uno,
con manchas que sean sus nalgas y lamparones que sean mis dones,
líneas de felicidad eventual que realmente sean tremores
......................................................................memorables,

….dejar el celular perdido, que la reja y el timbre se revienten y el teléfono también,
las luces apagadas, la música sonando… y todos menos dos a la mierda,

….pasar días hundido en un culto inconciente a Dionisio,
una risa sardónica para los miedos,
………………………………………..............para la vida,
………………………………………..............no para esta;
………………………………………..............para la que nos hacen vivir,

….y, ¿por qué no?, una soga podrida para los pecados.



º
Imagen de JaymeLee (modificada), sugerida por Andi Arias.

Tuesday, February 03, 2009

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La sal en la herida arde,
quema,
pero,
eventualmente,
la seca.

Deja una buena marca.
Ahí está la cicatriz
para no olvidarla.

Y de vez en cuando,
no siempre,
hay que sangrarla;
los recuerdos no duelen
como las cortadas suelen.

¿Aprendiste?
Espero que sí
.
.
.
ahora ve hacia abajo,
no para que le bajes la cabeza,
sino para que
no te des con esa piedra...
... otra vez.



º